El 24 de agosto, José Miguel Narváez fue condenado por tortura psicológica agravada y prolongada de la periodista Claudia Julieta Duque. Narváez llegó a ser subdirector de la ahora disuelta policía secreta colombiana, el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), que sometió a Duque a casi una década de implacable persecución. La sentencia dictada por el Juzgado Décimo Penal Especializado del Circuito de Bogotá, marca la séptima condena en la campaña de hostigamiento contra Duque.
Narváez, nombrado por Duque como una figura clave en la orquestación de actividades ilegales dentro del DAS, y aunque llegó a ser condenado por espionaje, su caso prescribió. Además, está sentenciado a 26 años de prisión por su implicación en el asesinato en 1999 del conocido periodista y escritor satírico Jaime Garzón. Duque investigó exhaustivamente el asesinato de Garzón, ayudando a sacar el caso a la luz.
Esta reciente sentencia sitúa a Narváez como el principal artífice de la campaña de escuchas ilegales, seguimientos y torturas psicológicas del DAS contra Duque que la obligó a exiliarse. Una campaña que comenzó mientras ella informaba sobre el asesinato de Garzón.
La juez ha ordenado reparaciones económicas y simbólicas para Duque, junto con medidas para prevenir nuevos delitos contra ella. Se ha ordenado a la Presidencia que publique un extracto de la sentencia del tribunal en su sitio web oficial durante dos años, con un enlace a la sentencia completa. Además, ha pedido que se investigue al menos a otras nueve personas implicadas en la tortura de Duque y ha recomendado que se siga investigando la presunta implicación del ex presidente Álvaro Uribe Vélez.
Esta sentencia supone un avance significativo en la protección de la libertad de expresión en Colombia y en la reparación integral de Duque. Pone de relieve el uso de la tortura por parte de agentes del Estado contra periodistas y defensores de los derechos humanos. También supone un avance en la lucha contra la impunidad de los delitos graves cometidos contra periodistas en Colombia y reconoce los riesgos específicos de género a los que se enfrenta Duque, lo que representa un paso crucial para abordar la violencia de género y proteger las voces de las mujeres disidentes.
Estamos orgullosos de apoyar los esfuerzos legales de Claudia Duque y elogiamos la decisión del juzgado en la lucha contra la impunidad. Sin embargo, es esencial continuar los esfuerzos para garantizar que todos los autores de estos crímenes de lesa humanidad rindan cuentas.
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