Propaganda
Módulo 8: Noticias falsas, desinformación y propaganda
Definición
La propaganda tradicionalmente se ha entendido como la “difusión o divulgación de información, ideas u opiniones de carácter político, religioso, comercial, etc., con la intención de que alguien actúe de una determinada manera, piense según unas ideas o adquiera un determinado producto”.(1)
Marco normativo
Cierto tipo de propaganda está prohibida en distintos instrumentos internacionales.
- Conforme el artículo 13.5 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, “Estará prohibida por la ley toda propaganda en favor de la guerra y toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituyan incitaciones a la violencia o cualquier otra acción ilegal similar contra cualquier persona o grupo de personas, por ningún motivo, inclusive los de raza, color, religión, idioma u origen nacional.”
- El artículo 20.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos establece que “Toda propaganda en favor de la guerra estará prohibida por la ley”.
Según el informe de 2021 de la Relatoría Especial sobre la Libertad de Expresión y Opinión de Naciones Unidas, hay actores ideológicos no estatales, como grupos extremistas o terroristas, que se dedican con frecuencia a divulgar noticias y teorías falaces como método de propaganda para radicalizar a su público y reclutar miembros.(2)
Ahora bien, es común que se regule la propaganda de carácter electoral que está destinada a la captación del sufragio a favor de una determinada candidatura; usualmente se determina los períodos en los que se puede realizar propaganda electoral y la forma en que se ejecuta. No obstante, como se detalla más arriba y en el módulo 6 de esta serie, a diferencia de la información errónea y la información maliciosa, la difusión de propaganda o incitación para la guerra o la apología del odio está expresamente prohibida en el derecho internacional.(3)
En estos casos pueden surgir múltiples recursos jurídicos directos, como el enjuiciamiento penal y las medidas cautelares. Sin embargo, a menudo es difícil demostrar que la propaganda alcanza estos umbrales. En estos casos, las estrategias y campañas de AMI y la comprobación de los hechos, junto con la publicación de contra-narrativas o contra-desinformación, son recursos eficaces.